domingo, 1 de noviembre de 2009

Inesperada derrota


Cuando uno habla de que los goles se hacen y no se merecen, se refiere a que por más juego vistoso que proponga el equipo en el campo de juego, si la pelota no besa la red no tiene ninguna ventaja ante su rival, por más chances claras que haya tenido a lo largo del partido. Eso le pasó esta noche a Independiente: jugó mucho mejor que Arsenal, tocó la pelota, tuvo varias situaciones claras, pero el que logró que el balón besara la red fue Franco Jara, el nueve de los de Sarandí. Es por eso que el conjunto dirigido por Burruchaga se quedó con los tres puntos que eran fundamentales para los Rojos si querían mantener vivas las ilusiones de pelear el campeonato.
Ya se escucha en boca de los hinchas que el campeonato está perdido, que la Copa está lejos y que Independiente las próximas siete fechas no jugará por nada; sólo por el orgullo.
La alegría de la nueva cancha, la ilusión de quedarse con el campeonato, las ansias de volver a casa, todas esas cuestiones ya se olvidaron con esta derrota impensada en Sarandí contra un equipo que no propuso nada en los 90 minutos, pero que hoy se llevó tres puntos que para Independiente eran de oro. El próximo rival a vencer el viernes a las 21 en el Libertadores de América, es Gimnasia y Esgrima La Plata, que le empató sobre la hora a San Lorenzo y nos dio una mano que no supimos aprovechar para ser candidatos. Además, la fecha 14 volveremos a ser locales, esta vez, frente al Huracán de Ángel Cappa. Dos partidos que si se ganan nos pueden llegar a meter de lleno en la pelea nuevamente. Tiempo para revertir esto hay, ojalá sea cuanto antes.