El pelo largo, las medias caídas, la vincha, la sonrisa constante, la cara alargada y flaca. Así era Hugo Orlando Gatti en su etapa como jugador. El "Loco" siempre fue considerado un showman dentro de un espectáculo en vivo y frente a un público que siempre le fue fiel.
Hugo tenía un estilo diferente al resto de los arqueros, era como un niño dentro de la cancha, atajaba con la cabeza y hasta salía jugando con la pelota en los pies afuera del área y sin miedo a que se la sacaran los rivales.
Hugo tenía un estilo diferente al resto de los arqueros, era como un niño dentro de la cancha, atajaba con la cabeza y hasta salía jugando con la pelota en los pies afuera del área y sin miedo a que se la sacaran los rivales.
El nacido en Carlos Tejedor, provincia de Buenos Aires, fue el primer portero en no entrenarse de arquero (no le gustaba tirarse al piso) y solía decir: "Los arqueros se tiran para salir en las fotos y si la pelota está fuera del alcance, ya no vale la pena tirarse".
En las prácticas jugaba de centrodelantero y decía que era la mejor forma de saber qué hacen y cómo piensan los delanteros a la hora de definir un mano a mano o de pararse en alguna parte del área para anotar un gol.
El ex arquero de Atlanta, Boca, River, Gimnasia La Plata, entre otros, jugó el Mundial de Inglaterra 66, fue dos veces campeón del Nacional y dos del Metropolitano. También obtuvo dos Libertadores de América en 1977 y 1978, y la Intercontinental ese mismo año con Boca Juniors.
Otra de sus 'locuras' que hizo como arquero fue cuando un domingo aseguró que Maradona era solo un un "gordito". Esa misma tarde, Diego le hizo cuatro goles. Sin ir tan lejos, jugando para Boca el superclásico quiso hacerle un túnel a Alzamendi, calculó mal y el delantero "millonario" metió el gol que definió el clásico. A cualquier arquero lo hubiesen colgado de por vida; el "Loco" salió aplaudido.
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