Ya el tema es muy repetitivo, son siempre las mismas palabras las que se utilizan para calificar a este deplorable plantel: fracaso, desazón, vergüenza y tristeza son algunas de las utilizadas fecha a fecha. Es inevitable dejar de escuchar reiteradas veces por parte de los periodistas, las palabras anteriormente nombradas. Es que en cada partido que juega Independiente, ya se sabe a priori que el cotejo está perdido en un 90%, porque sacando de la bolsa a Tuzzio, Montenegro, Assmann(exceptuando los últimos encuentros) y a los chicos de las inferiores, ninguno se esfuerza ni por sacar un lateral. Eso sí, dejan todo… para la noche y no faltar al boliche.
Gallego, la actual víctima de este equipo sin corazón, está que arde. Tanto es así que pidió adelantar la última fecha del campeonato frente a Arsenal de Sarandí para poder tomarse vacaciones, descansar de este calvario y encarar el torneo venidero desde cero. (Está claro que con otros jugadores).
Se sabe que muchos integrantes del plantel van a armar las valijas, por algunos entrará efectivo y por otros la tranquilidad de saber que están lejos del club de nuestros amores y que si Dios quiere, y el presidente no se tropieza por trigésima cuarta vez con la misma piedra, jamás volverán a pisar Independiente.
Era de esperar este resultado antes de jugar el partido, pero después, por lo visto en la cancha, pareció que se podían conseguir tres puntos vitales y en un clásico, ya que el Rojo no fue menos que su rival. Tuvo un par de situaciones claras de gol que fueron atajadas por nuestro arquero, Hilario Navarro, que según se dijo en su momento, jugó gratis por la amistad que hay entre el empresario Marcelo Tinelli y el incapaz Julio Alberto Comparada, que hizo otra de las suyas para “ayudar” a Independiente, el club del cual dice de ser hincha.
Tranquilos muchachos, quedan nada más que siete días para terminar esta película de terror protagonizada por los once jugadores que vistieron la camiseta del Rey de Copas a lo largo del Clausura y nunca miraron el escudo que llevan en el pecho. Es por eso que jamás se enteraron de que el equipo en que están tiene 15 copas internacionales, 14 a nivel local y suma 29 títulos en total, sin contar el amateurismo, en el que logró dos campeonatos más: el de 1922 y 1926 respectivamente.
La hinchada parece haberle encontrado la lastimosa enfermedad a los dirigidos por el “Tolo” Gallego. Se trata de la anemia: una enfermedad de la sangre que es debida a una alteración de la composición sanguínea y determinada por una disminución de la masa eritrocitaria que condiciona una concentración baja de hemoglobina. Lamentablemente, estos síntomas se reflejan en el campo de juego, fecha tras fecha. Es por eso que esperamos que se curen de dicha enfermedad fuera del país, donde podrán atenderlos mejor. Además de que se les prohíba el regreso a su país de origen, para que Independiente también prohíba la promoción. El viernes venidero habrá que viajar a Sarandí para darle fin a esta película de terror y también a un ciclo bochornoso, que va a ser difícil de olvidar por tantas malarias seguidas de las que, desgraciadamente, nos ha tocado ser partícipes.
Gallego, la actual víctima de este equipo sin corazón, está que arde. Tanto es así que pidió adelantar la última fecha del campeonato frente a Arsenal de Sarandí para poder tomarse vacaciones, descansar de este calvario y encarar el torneo venidero desde cero. (Está claro que con otros jugadores).
Se sabe que muchos integrantes del plantel van a armar las valijas, por algunos entrará efectivo y por otros la tranquilidad de saber que están lejos del club de nuestros amores y que si Dios quiere, y el presidente no se tropieza por trigésima cuarta vez con la misma piedra, jamás volverán a pisar Independiente.
Era de esperar este resultado antes de jugar el partido, pero después, por lo visto en la cancha, pareció que se podían conseguir tres puntos vitales y en un clásico, ya que el Rojo no fue menos que su rival. Tuvo un par de situaciones claras de gol que fueron atajadas por nuestro arquero, Hilario Navarro, que según se dijo en su momento, jugó gratis por la amistad que hay entre el empresario Marcelo Tinelli y el incapaz Julio Alberto Comparada, que hizo otra de las suyas para “ayudar” a Independiente, el club del cual dice de ser hincha.
Tranquilos muchachos, quedan nada más que siete días para terminar esta película de terror protagonizada por los once jugadores que vistieron la camiseta del Rey de Copas a lo largo del Clausura y nunca miraron el escudo que llevan en el pecho. Es por eso que jamás se enteraron de que el equipo en que están tiene 15 copas internacionales, 14 a nivel local y suma 29 títulos en total, sin contar el amateurismo, en el que logró dos campeonatos más: el de 1922 y 1926 respectivamente.
La hinchada parece haberle encontrado la lastimosa enfermedad a los dirigidos por el “Tolo” Gallego. Se trata de la anemia: una enfermedad de la sangre que es debida a una alteración de la composición sanguínea y determinada por una disminución de la masa eritrocitaria que condiciona una concentración baja de hemoglobina. Lamentablemente, estos síntomas se reflejan en el campo de juego, fecha tras fecha. Es por eso que esperamos que se curen de dicha enfermedad fuera del país, donde podrán atenderlos mejor. Además de que se les prohíba el regreso a su país de origen, para que Independiente también prohíba la promoción. El viernes venidero habrá que viajar a Sarandí para darle fin a esta película de terror y también a un ciclo bochornoso, que va a ser difícil de olvidar por tantas malarias seguidas de las que, desgraciadamente, nos ha tocado ser partícipes.