El presente que está viviendo Independiente es nefasto y no se aguanta más. La gente que volvió a demostrar estar en las malas, continuó demostrando su bronca y su enojo ante este plantel que no para de sumar humillaciones partido tras partido.
Las caras visibles de este irritante equipo son las de los jugadores, que cada fecha justifican merecer estar en el Nacional B, pero la cara invisible es, sin dudas, la de nuestro señor presidente, Julio Alberto Comparada que no sólo no soportó la goleada por parte del equipo sureño, sino que en el entretiempo decidió levantarse en pleno cántico de la popular al ritmo de “Comparada botón” y retirarse del estadio. Cualquier otro presidente lógico hubiera puesto el pecho ante semejante situación y aclararía las cosas del porqué de esta debacle futbolística que estamos pasando, pero el nuestro hace todo lo contrario.
Ni Gioda ni Rodríguez ni Machín ni nadie, pareciera tener puesta la camiseta roja, porque al verlos correr, ya que no se puede utilizar el verbo “jugar” con estos individuos, no muestran ni un destejo de ganas por querer ganar un partido con dicha divisa.
5 a 1 con Lanús, 5 a 1 con Estudiantes (ni siquiera era la reserva) y 5 a 0 con Banfield, son algunas de las goleadas recibidas por el conjunto que echó a Borghi, Troglio, Burruchaga, Santoro y demás técnicos que se fueron con la carátula de “mediocres”, salvo el último nombrado que es un estandarte del club, el resto: poco a poco, con el correr del tiempo se va demostrando que no eran los máximos responsables de las derrotas, sino los jugadores. Tan sólo dos fechas quedan para finalizar este suplicio: San Lorenzo de local y Arsenal en Sarandí. Ambos partidos son ganables para el conjunto de Avellaneda, pero como sabemos todos los hinchas, estos jugadores mercenarios no son capaces de ganarle a equipos que pelean el descenso directo (salvo a Racing que no es ningún mérito, porque hace más de cuatro años que se le gana con la camiseta en todas las canchas) así que no se sabrá qué pasará de acá hasta el final. Ojalá que se equivoquen y traigan los seis puntos que hay en juego a casa.
Las caras visibles de este irritante equipo son las de los jugadores, que cada fecha justifican merecer estar en el Nacional B, pero la cara invisible es, sin dudas, la de nuestro señor presidente, Julio Alberto Comparada que no sólo no soportó la goleada por parte del equipo sureño, sino que en el entretiempo decidió levantarse en pleno cántico de la popular al ritmo de “Comparada botón” y retirarse del estadio. Cualquier otro presidente lógico hubiera puesto el pecho ante semejante situación y aclararía las cosas del porqué de esta debacle futbolística que estamos pasando, pero el nuestro hace todo lo contrario.
Ni Gioda ni Rodríguez ni Machín ni nadie, pareciera tener puesta la camiseta roja, porque al verlos correr, ya que no se puede utilizar el verbo “jugar” con estos individuos, no muestran ni un destejo de ganas por querer ganar un partido con dicha divisa.
5 a 1 con Lanús, 5 a 1 con Estudiantes (ni siquiera era la reserva) y 5 a 0 con Banfield, son algunas de las goleadas recibidas por el conjunto que echó a Borghi, Troglio, Burruchaga, Santoro y demás técnicos que se fueron con la carátula de “mediocres”, salvo el último nombrado que es un estandarte del club, el resto: poco a poco, con el correr del tiempo se va demostrando que no eran los máximos responsables de las derrotas, sino los jugadores. Tan sólo dos fechas quedan para finalizar este suplicio: San Lorenzo de local y Arsenal en Sarandí. Ambos partidos son ganables para el conjunto de Avellaneda, pero como sabemos todos los hinchas, estos jugadores mercenarios no son capaces de ganarle a equipos que pelean el descenso directo (salvo a Racing que no es ningún mérito, porque hace más de cuatro años que se le gana con la camiseta en todas las canchas) así que no se sabrá qué pasará de acá hasta el final. Ojalá que se equivoquen y traigan los seis puntos que hay en juego a casa.