Muchos hinchas y seguidores (demasiados) se preguntan el porqué de esta situación dirigencial que está pasando nuestro club, y a la hora de dar explicaciones todas las dudas y suspicacias apuntan al máximo capataz de este período frustrante que vivimos los hinchas del Club Atlético Independiente, Julio Alberto Comparada. Es por eso que la tolerancia llegó a su punto máximo y nadie se debe ni puede quedar de brazos cruzados ante este infierno que ya no es encantador como lo avalan nuestras banderas y antepasados gloriosos.
Tal es así, que el sábado 20 frente a San Lorenzo y el siguiente viernes 26, contra Arsenal, se respiró un clima de incertidumbre, dentro y fuera de la cancha. Banderas de todo tipo con inscripciones hacia la dirigencia y hacia los jugadores que fueron elegidos por la misma. Entre tantas frases se destacaron: “Sigamos Decreciendo”, “Comparada… ¿piensa cómo usted?”, “Rolfi +10 soretes mercenarios” y tantas otras que fueron el centro de atención de los periodistas y de la gente que asistió a ambos estadios para presenciar los partidos. No es para menos, ya que los dos partidos quedarán en el olvido rápidamente por el escaso fútbol que dejaron.
Al hacer un análisis de los últimos quince años de Independiente, se pueden recorrer grandes logros, a nivel local e internacional: 2 Supercopas (1994 y 1995), 1 Recopa (1995), el Clausura 1994 y por último, el Apertura 2002. A su vez, al hacer un traslado desde el último logro obtenido hace siete años (mínimo estrecho sin ser campeón en la historia del fútbol argentino) por el conjunto de Avellaneda, resultan ser todas pálidas exceptuando la campaña del subcampeonato obtenido en el 2000 y un mediocre cuarto puesto en el 2005 con Julio César Falcioni, entre otros.
Éstas y tantas otras demostraciones son las que nos llevaron el año pasado a festejar un empate contra Arsenal de local e ingresar a lo que antes era cosa de todos los días, la Copa; aunque sea la Sudamericana. Además de que no pasamos la primera instancia, producto de la mala fortuna en los penales (lotería que nos dejó afuera del sueño copero) se empezó a alejar el campeonato fecha tras fecha por el estado anímico de los jugadores o vaya a saber uno por qué.
Es por eso que el período que estamos atravesando va a ser de elevada importancia para lo que se viene en tan sólo un mes, ya que el 16 de agosto comienza el torneo Apertura e Independiente sabrá para qué está verdaderamente, si para pelear el campeonato o de lo contrario; la promoción.
Walter Acevedo y Luciano Vella, son las dos primeras incorporaciones “rojas”, pero el lado positivo de este descanso, es sin dudas, la marginación de 24 integrantes del plantel que no hicieron más que rellenar el equipo con sus nombres, porque en lo futbolístico dejaron mucho que desear. Ellos son: Hernán Fredes, Ángel Puertas, Leandro Gioda, Leandro Depetris, Damián Ledesma y José Moreno, entre otros.
La suerte que desafortunadamente no está de nuestro lado, será bienvenida de cara a lo que se viene, porque el “Rojo” necesitará de ella, además del aporte y de la entrega de sus jugadores en los 19 partidos del campeonato que se viene para sumar de a tres y dejar atrás la calculadora y todo material que se le parezca y tenga relación con el promedio.
Tal es así, que el sábado 20 frente a San Lorenzo y el siguiente viernes 26, contra Arsenal, se respiró un clima de incertidumbre, dentro y fuera de la cancha. Banderas de todo tipo con inscripciones hacia la dirigencia y hacia los jugadores que fueron elegidos por la misma. Entre tantas frases se destacaron: “Sigamos Decreciendo”, “Comparada… ¿piensa cómo usted?”, “Rolfi +10 soretes mercenarios” y tantas otras que fueron el centro de atención de los periodistas y de la gente que asistió a ambos estadios para presenciar los partidos. No es para menos, ya que los dos partidos quedarán en el olvido rápidamente por el escaso fútbol que dejaron.
Al hacer un análisis de los últimos quince años de Independiente, se pueden recorrer grandes logros, a nivel local e internacional: 2 Supercopas (1994 y 1995), 1 Recopa (1995), el Clausura 1994 y por último, el Apertura 2002. A su vez, al hacer un traslado desde el último logro obtenido hace siete años (mínimo estrecho sin ser campeón en la historia del fútbol argentino) por el conjunto de Avellaneda, resultan ser todas pálidas exceptuando la campaña del subcampeonato obtenido en el 2000 y un mediocre cuarto puesto en el 2005 con Julio César Falcioni, entre otros.
Éstas y tantas otras demostraciones son las que nos llevaron el año pasado a festejar un empate contra Arsenal de local e ingresar a lo que antes era cosa de todos los días, la Copa; aunque sea la Sudamericana. Además de que no pasamos la primera instancia, producto de la mala fortuna en los penales (lotería que nos dejó afuera del sueño copero) se empezó a alejar el campeonato fecha tras fecha por el estado anímico de los jugadores o vaya a saber uno por qué.
Es por eso que el período que estamos atravesando va a ser de elevada importancia para lo que se viene en tan sólo un mes, ya que el 16 de agosto comienza el torneo Apertura e Independiente sabrá para qué está verdaderamente, si para pelear el campeonato o de lo contrario; la promoción.
Walter Acevedo y Luciano Vella, son las dos primeras incorporaciones “rojas”, pero el lado positivo de este descanso, es sin dudas, la marginación de 24 integrantes del plantel que no hicieron más que rellenar el equipo con sus nombres, porque en lo futbolístico dejaron mucho que desear. Ellos son: Hernán Fredes, Ángel Puertas, Leandro Gioda, Leandro Depetris, Damián Ledesma y José Moreno, entre otros.
La suerte que desafortunadamente no está de nuestro lado, será bienvenida de cara a lo que se viene, porque el “Rojo” necesitará de ella, además del aporte y de la entrega de sus jugadores en los 19 partidos del campeonato que se viene para sumar de a tres y dejar atrás la calculadora y todo material que se le parezca y tenga relación con el promedio.