Independiente comenzó el torneo Apertura con una derrota por 1 a 0 frente a Newell`s, en la cancha de Lanús como local, y volvió a agigantar las dudas sobre si el equipo del “Tolo” Gallego está realmente para pelear el campeonato u otra vez los últimos puestos de la tabla con los equipos recientemente ascendidos y de menor jerarquía.
A su vez, las incorporaciones estaban en la mirada de cada uno de los hinchas para ver su juego y deducir si están para ponerse la camiseta roja o de lo contrario, vinieron para reafirmar las malas campañas que viene realizando Independiente. Por su parte, Acevedo fue pura garra y demasiados quites en la mitad de la cancha, pero su punto negativo fue que no pateó los tiros libres con buenas pegadas, a pesar de esto, fue la figura del conjunto de Avellaneda. Por otro lado, Walter Busse corrió más de lo que jugó, pero dejó la sensación de ser un chico con hambre y que el tiempo le dará la confianza para que el costado derecho de la cancha, sea todo suyo. El “Cuqui” Silvera e Ignacio Piatti que ingresaron una vez iniciado el segundo tiempo, no pudieron demostrar mucho aunque sí dieron la esperanza de que con un poco más de fútbol y entrenamientos diarios esta cara de derrota cambiará rápidamente. Leonel Galeano, debutante, que venía cumpliendo con su labor dentro de la cancha, tuvo la responsabilidad en el gol leproso al perder la marca de Insaurralde, pero a pesar de que Gallego le haya echado en cara en la conferencia de prensa que él tenía que seguir al defensor del elenco rosarino, jugó un partido aceptable teniendo en cuenta que era su primer cotejo en la máxima categoría del fútbol.
Asimismo, “La Fortaleza”, como se lo denomina al estadio Granate, volvió a ser partícipe de una derrota de Independiente y consolidó la mala racha de los Rojos en la zona sur del Gran Buenos Aires. De más está decir que las últimas dos oportunidades en las que el equipo de Avellaneda visitó dicha zona, se fue abultado por un doble 5 a 0.
Esperemos que esta racha adversa cambie urgente o que Alejandro Marón, presidente de Lanús, decida hacer lo mismo que Comparada y remodelar la cancha con las empresas constructoras de nuestro máximo dirigente. De esta manera, nos aseguraremos por un tiempo bastante prolongado no volver a pisar esa maldición.
A su vez, las incorporaciones estaban en la mirada de cada uno de los hinchas para ver su juego y deducir si están para ponerse la camiseta roja o de lo contrario, vinieron para reafirmar las malas campañas que viene realizando Independiente. Por su parte, Acevedo fue pura garra y demasiados quites en la mitad de la cancha, pero su punto negativo fue que no pateó los tiros libres con buenas pegadas, a pesar de esto, fue la figura del conjunto de Avellaneda. Por otro lado, Walter Busse corrió más de lo que jugó, pero dejó la sensación de ser un chico con hambre y que el tiempo le dará la confianza para que el costado derecho de la cancha, sea todo suyo. El “Cuqui” Silvera e Ignacio Piatti que ingresaron una vez iniciado el segundo tiempo, no pudieron demostrar mucho aunque sí dieron la esperanza de que con un poco más de fútbol y entrenamientos diarios esta cara de derrota cambiará rápidamente. Leonel Galeano, debutante, que venía cumpliendo con su labor dentro de la cancha, tuvo la responsabilidad en el gol leproso al perder la marca de Insaurralde, pero a pesar de que Gallego le haya echado en cara en la conferencia de prensa que él tenía que seguir al defensor del elenco rosarino, jugó un partido aceptable teniendo en cuenta que era su primer cotejo en la máxima categoría del fútbol.
Asimismo, “La Fortaleza”, como se lo denomina al estadio Granate, volvió a ser partícipe de una derrota de Independiente y consolidó la mala racha de los Rojos en la zona sur del Gran Buenos Aires. De más está decir que las últimas dos oportunidades en las que el equipo de Avellaneda visitó dicha zona, se fue abultado por un doble 5 a 0.
Esperemos que esta racha adversa cambie urgente o que Alejandro Marón, presidente de Lanús, decida hacer lo mismo que Comparada y remodelar la cancha con las empresas constructoras de nuestro máximo dirigente. De esta manera, nos aseguraremos por un tiempo bastante prolongado no volver a pisar esa maldición.