La palabra "respeto" ya no corre en el diccionario de la selección nacional, porque las camisetas denominadas fuertes dejaron de surgir efecto y no son más que los equipos humildes. Eso ya es parte del pasado. Hoy por hoy, Bolivia de visitante (y ni hablar de local) le sale a jugar de igual a igual a la Argentina y quedó demostrado en el debut de la copa América y en el partido previo disputado en La Paz. Cómo olvidarlo.
Según gran parte de los argentinos aficionados al fútbol , creen que el seleccionado albiceleste debe parecerse al Barcelona, que Messi no es el Messi que todos conocemos, que los laterales son simplemente laterales y no volantes y/o extremos, que el DT debe ser un hombre de experiencia y demás inquietudes, ¿cuántas interrogantes puede tener un equipo y sin embargo triunfar?
El triple cinco que propone Batista delineando un "rombo" en la mitad de la cancha para "facilitarle" la llegada de la pelota a Lionel Messi, es simplemente un capricho del técnico ya que no dio ningún resultado. El diez debió retroceder hasta la mitad de la cancha para iniciar desde allí la carrera hacia el área rival. Algo insólito.
Otra vicisitud es la defensa que aún no se termina de afianzar , por un lado por la interminable variación de sus jugadores y por el otro, porque la Argentina carece de laterales que gesten un juego horizontal como en su caso posee Brasil: Dani Alves, Maicon, André Santos, Adriano, etc.
Continuando con los déficits del equipo nacional, que por sí no son pocos, se puede decir que el tiro de media o larga distancia dejó de existir. La pelota parada tampoco es realizada con un buen trabajo previo , sino al voleo. Y así sale como sale.
La infinidad de errores -algunos tácticos, otros, en su minoría técnicos- conllevan a la selección Argentina a defraudar a su público y no lograr convencerlo de que se identifique con el equipo que además hace de local.
Una de las soluciones urgentes podría ser que cada uno de los integrantes del elenco juegue, al menos, con las medias de su equipo como lo hacen los jugadores de rugby del Barbarians.
Así, tal vez recuerden en dónde juegan a la hora de entrar a la cancha con la camiseta nacional y a su vez, se acuerden de qué se trataba jugar al fútbol.