Cuanto más grande, más viejo, cuanto más viejo, más ganador. Así es la realidad de Omar Andrés Narváez, quien anoche en el Luna Park retuvo por tercera vez el título mundial supermosca de la Organización Mundial de Boxeo frente al Colombiano William Urina que de las últimas 19 peleas, ganó 18 y 14 por knock out. Un rival de alta exigencia para el oriundo de Trelew, sin embargo, éste, demostró una vez más por qué es "el mejor de todos" como bien declaró en la semana previa al combate.
La victoria del argentino se produjo por fallo unánime ya que las tres tarjetas de los jueces lo dieron como el ganador. El resultado fue 117 a 110. Luego de la decisión del jurado se desató el delirio y el festejo de la gente en el estadio de la calle Bochard, al grito de "dale campeón".
El "Huracán" insiste con unificar los títulos e ir a pelear al exterior ya que desde el 2008 no sale del país. Sin embargo, luego de este triunfo cree que las chances por cumplir ese deseo aumentarán. No obstante, como sostuvo Narváez: "Todo eso queda en manos de Osvaldo Rivero, mi representante".
De aquí en adelante es cuestión de esperar qué sucederá con el múltiple campeón de Trelew y su futuro que por cierto no será demasiado extenso teniendo en cuenta la edad del chubutense quien cumplirá los 36 años el 7 de octubre próximo.
Pero para ello falta un tramo largo. Y hoy continúa dándole alegrías al pueblo argentino y éste debe encargarse solamente de disfrutar, como sucedió ayer en el Luna Park. Que las satisfacciones perduren, mientras Narváez siga peleando.